jueves, 23 de abril de 2015

EL COMPLEJO RITUAL DE SACRIFICIO EN EL CENOTE SAGRADO DE CHICHEN ITZA. UNA REVISIÓN DE LA COLECCIÓN ESQUELÉTICA.


EL COMPLEJO RITUAL DE SACRIFICIO EN EL CENOTE SAGRADO DE CHICHEN ITZA. UNA REVISIÓN DE LA COLECCIÓN ESQUELÉTICA.

Arqlgo. Especialista Guillermo de Anda Alanis
UADY
 

INTRODUCCION

A través de esta ponencia presentaremos los primeros resultados de la revisión de la colección esquelética proveniente del Cenote Sagrado de Chichen Itza.  Este sitio es piedra angular para la investigación arqueológica en cenotes, entre otras cosas por el amplio periodo de tiempo en que se desarrollo la actividad  ritual en el sitio. Por mucho tiempo prevaleció la idea de que en este lugar se llevaban a cabo sacrificios humanos en los cuales las víctimas eran por lo regular  doncellas vírgenes que eran arrojadas vivas al cenote, con la intención de lograr la comunicación con los dioses. Esta visión cambiaba no solo el posible perfil de las victimas sino la función ritual del Cenote Sagrado, que de acuerdo a esta idea sería exclusivamente la de servir como un oráculo.

            En oposición a lo anterior el presente trabajo partió de la base de que en el Cenote de los Sacrificios, se pudieron haber  llevado a cabo diversas formas de sacrificio humano no limitadas exclusivamente a la deposición antemortem de las victimas. Con el propósito de entender mejor los posibles procesos de sacrificio, así como el perfil biográfico de los individuos recuperados, se ha llevado a cabo un análisis osteotafonomico de la muestra, cuyos primeros resultados se presentan hoy aquí.

 

ANTECEDENTES

El material fue revisado desde el punto de vista tafonómico y forense y el estudio del mismo se ha basado en un enfoque multidisciplinario que incluye la revisión de fuentes históricas del Siglo XVI.  En un trabajo previo presentado en este foro el año pasado (de Anda et.al. 2003), reportamos que las fuentes estudiadas mencionan que mas del 79% de los individuos sacrificados, fueron depositados en cenotes. Entre estos se hace mención a un cenote de Chichen Itza, el cual se infiere  que sea el que ahora conocemos como  Cenote Sagrado.

 

MATERIALES Y TÉCNICAS.

 El material estudiado es producto de las dos últimas temporadas de excavación del Cenote Sagrado, llevadas a cabo en los años de 1961 y 1967 respectivamente, y que se encuentra actualmente en la osteoteca de la Dirección de Antropología Física del I.N.A.H. Cabe mencionar que por las características de la excavación, el material esquelético se obtuvo sin relación anatómica. El presente examen del material se llevo a cabo a  nivel macroscópico, y hasta la fecha se han realizado tres temporadas de estudio sistemático del conjunto de segmentos, con el propósito de conocer el número mínimo de individuos, asentar los datos biográficos básicos y de entender los mecanismos tafonómicos esperados en este sitio. Para la determinación del  sexo y la  edad se utilizaron los parámetros asentados  por Meindl y Lovejoy(1985),  y Ubelaker (1989). Asimismo, se  revisó la muestra tratando de distinguir los marcadores producidos por agentes naturales de aquellos que pudieron haber sido producto de alguna manipulación cultural.

En la investigación de estos últimos, se utilizaron los parámetros de patrones de presencia, ubicación y concentración de marcas culturales o “signatures” que atestiguan tratamientos póstumos del cuerpo humano y actos de violencia perimortem  determinados  por  Pijoan (1997), Turner (1999) y White (1992).   

 

RESULTADOS

Perfil Biográfico de la Muestra del Cenote Sagrado

Se inicio la revisión de la muestra a través de los cráneos. Fueron contabilizados 77 de estos elementos, de los cuales 48, pertenecen al grupo de edad infantil o son subadultos no sexables. De acuerdo a la determinación de la edad en los cráneos, un 62 % de los individuos pertenece a la edad infantil o son subadultos, mientras que de los 29 cráneos pertenecientes a individuos en edad adulta,  se determino que  casi un  60% de estos pertenecen al sexo masculino,

CRÁNEOS ADULTOS
29

PORCENTAJE

TOTAL DE MASCULINOS

17

      59%

TOTAL DE FEMENINOS

12

      41%

 Lo anterior parece confirmar tendencialmente que el perfil de las victimas mencionado por las fuentes históricas, coincide con el de épocas más remotas. Parece también haber una pauta, en la elección de  víctimas en edades infantiles o subadultos, que de acuerdo a los testimonios permaneció cuando menos hasta mediados del Siglo XVI. Los grupos de edad de las victimas son consistentes también con los encontrados por Hooton, en su estudio de  la colección ósea  proveniente de las excavaciones llevadas a cabo en el cenote a principio del Siglo XX (Hooton 1940) y por Tiesler en el análisis de los cráneos de la colección de la Ciudad de México (Tiesler 1998).

En cuanto al número mínimo de individuos presentes en esta muestra, éste resulto ser de 127 y fue determinado a través del conteo de las tibias izquierdas. Actualmente nos encontramos en la etapa de llevar a cabo los trabajos estadísticos correspondientes y los resultados de estos serán presentados próximamente.

 

Huellas Tafonómicas Naturales

            Durante la observación del material, se encontró que en general su estado de conservación es excelente. Sin embargo la marca que destaca, fue la exfoliación de las capas superficiales de algunos elementos, probablemente producida por fricción con el fondo del cenote. Esta se manifiesta sobre todo en los cráneos, en particular en su parte externa. No se descarta que esta característica haya podido  también ser  producida durante el proceso de  excavación.

           No obstante que se intentó la identificación de marcas producidas por fauna y  flora acuática, hasta el momento estas no han podido ser detectadas. Sin embargo, se observaron marcas producidas probablemente por fauna y flora terrestre. En especial destacan las marcas aparentemente producidas por raíces y por la acción de los roedores en varios segmentos óseos. Debido a lo anterior cabe la posibilidad de que se hayan llevado a cabo depósitos secundarios en el cenote, es decir, resulta posible que algunos individuos o partes de estos hayan sido exhumados con el objeto de efectuar un segundo deposito, esta vez  en el agua del cenote.

Por otro lado y aunque poco probable, no se descarta la posibilidad de que estos elementos hayan podido estar depositados en una zona superficial, y ser sujetos a la interacción con plantas en la orilla del cenote.  

En cuanto a marcas provocadas en el periodo intravitam no se encontraron causas directas de la forma de muerte, aunque si pudieron observarse marcas de lesiones sanadas; estas ultimas serán tema de otros trabajos.

Por otro lado se observaron marcadores que parecen haber sido producidos en la etapa perimortem y en la etapa posterior a la muerte.

 

Marcas tafonomicas producidas en la  etapa alrededor y después  de la muerte.

En el análisis de las marcas culturales, se siguieron los criterios citados líneas arriba en cuanto a patrones de presencia, ubicación y concentración, y solo el material que presento un claro patrón de marcas, fue incluido en éste parámetro. Se hizo especial hincapié en el patrón de localización de huellas en regiones anatómicas especificas, propuesto por Pijoan (op.cit). Se analizaron huesos largos de extremidades superiores, sin encontrar hasta el momento marcas culturales que pudieran haber sido producidas alrededor o después de la muerte, y se hizo lo propio con las vértebras, las pelvis, y los huesos de mano y pie con los mismos resultados.

 

 CRÁNEOS

Se encontraron algunas marcas que podrían haber sido consecuencia de alguna actividad de corte o raspado, especialmente en la zona de los frontales y  los parietales. Sin embargo debido a la gruesa capa de laca con la que fueron tratados estos elementos después del proceso de excavación, no se pudo comprobar lo anterior fehacientemente. En cuanto a las mandíbulas sin embargo, pudieron observarse  marcas de corte sobre hueso.

            Casi todos los cortes se observaron en la región anatómica correspondiente a la inserción del músculo masetero, y la articulación temporo mandibular. El porcentaje de mandíbulas con marcas de corte encontrado, fue de casi un 8%. 

En la cintura escapular pudieron observarse marcas de corte en clavículas, omoplatos y esternón. Las huellas de corte en las clavículas pueden apreciarse especialmente en las regiones anatómicas relacionadas con las inserciones del trapecio, deltoides y el pectoral mayor. El patrón observado corresponde al 7% del total de las clavículas examinadas.

En cuanto a los omoplatos el número de estos segmentos que presento marcas de corte equivale a un 12%, y la posición de las marcas se corresponde con la región anatómica de inserción del trapecio y el deltoides, el redondo menor y el tríceps.

Solamente se conservan 6 esternones en la muestra. Se observaron  marcas de golpe  en estos elementos contabilizando un 16% en la incidencia de marcas en los mismos.  Uno de ellos presenta un fuerte golpe que fue recibido cuando el hueso se encontraba aun en estado fresco, y, la huella de impacto vino desde el frente del individuo. 

 

COSTILLAS

El patrón de marcas de corte en éste caso esta representado por el 1.5% de las  costillas infantiles. En este caso las marcas parecen haber sido producidas por  violencia en la etapa alrededor de la muerte.  Las costillas observadas presentan huellas que parecen causadas por la acción  de cortes relacionada con la región anatómica de los pectorales menor y mayor, y el serrato mayor principalmente. Llama la atención, que algunas de ellas  presentan cortes de hueso en  forma triangular dando la impresión de haber sido producidas por la acción de un impacto violento, mas que por un corte por deslizamiento, aspecto que será tratado con mayor  profundidad en un futuro trabajo. 

 

EXTREMIDADES INFERIORES

En el caso de las tibias se obtuvo casi un 11% en la frecuencia de estos elementos con marcas de corte por deslizamiento. El tipo de marcas observado es un aspecto a profundizar en trabajos a futuro. Los cortes parecen coincidir con un patrón relacionado con la región anatómica de los tendones de la cara interna de la rodilla,  así como con los músculos de la región posterior de la pierna.

 

MARCAS DE EXPOSICIÓN AL FUEGO

Como parte de los tratamientos póstumos, pudo observarse también material óseo con huellas de exposición al calor. Hasta el momento se ha hecho un análisis preliminar del material que consistió únicamente en la observación de las diferentes coloraciones y características tanto en la superficie externa como en el tejido esponjoso provocadas por la acción del calor. Se localizaron fragmentos de  prácticamente todos los segmentos óseos destacando de entre ellos varios cráneos infantiles. Estos  presentan una coloración blanquecina, que asemeja a la de la cal, en la zona del endo y ecto cráneo, y una coloración negrusca en la zona del tejido esponjoso, el cual se encuentra carbonizado, lo que es indicativo de procesos relacionados con la exposición al fuego. Estos elementos pudieron haber sido expuestos a temperaturas de entre 300 y 600 grados centígrados, como las que se obtienen en una hoguera y debido a las fisuras que se presentan en la superficie externa de un gran numero de ellos,  parecen haber sido expuestos al calor cuando estaban aun en estado fresco.

Asimismo, en  un fragmento de cráneo, se observaron huellas  que parecen corresponder a aquellas, que son producidas por la acción de los roedores.  Se observaron también algunos dientes, que parecen haber estallado por efecto del calor.

 Llama la atención que la mayoría de los segmentos con estas características, pertenecen a infantes.

 

 CONCLUSIONES

A través del análisis osteotafonomico de la presente muestra, parece ser que nos encontramos ante las primeras evidencias, que nos pueden llevar a contestar la gran pregunta relativa a que fue lo que sucedió con aquellos cuerpos y restos depositados en el Cenote Sagrado. Cabe en este punto mencionar, que es la primera vez que se reporta la existencia de estos marcadores esqueléticos en el material óseo proveniente del Cenote de los Sacrificios. Los  señales tafonomicas observadas son aptas  para iniciar la reconstrucción de los procesos que les dieron origen. Estos como se ha mencionado, incluyen huellas de diversos tratamientos póstumos del cuerpo así como marcas de violencia en la etapa alrededor de la muerte. Por otro lado pudieron observarse elementos óseos con señas que nos hacen pensar en la posible practica de la exhumación de segmentos que tuvieron como destino final el  fondo del cenote.  El análisis del material en laboratorio, nos ha permitido corroborar  algunos de los datos encontrados en el estudio de fuentes históricas de la época del contacto, especialmente aquellos que tienen que ver con el perfil de las victimas. Sin embargo encontramos también algunas incongruencias. No se menciona en las fuentes por ejemplo, ningún tratamiento póstumo del cuerpo y todo parece indicar que estas manifestaciones se dieron en diversas formas en el Cenote Sagrado en los siglos que antecedieron los relatos coloniales.

Este sitio  no fue ajeno a la expresión máxima del culto en el área maya, la muerte ritual y los tratamientos póstumos que la acompañaban. Lo anterior  ha quedado manifiesto en  algunos de los marcadores esqueléticos registrados.

De esta manera el Cenote de los Sacrificios se integra en el complejo de practicas rituales con una tradición propia. Se abren nuevas perspectivas en el campo de la investigación osteotafonomica y arqueológica en cenotes, y se hace necesaria una revaloración de los conceptos en relación con el culto alrededor de estos cuerpos de agua, que manifiestan que existieron tratamientos póstumos del cuerpo humano, algunos de los cuales pueden haberse originado en la etapa perimortem. Lo anterior, constataría su uso sacrificial.

No debe excluirse sin embargo, que los depósitos hayan podido tener un origen funerario, circunstancial, legal   o de algún otro tipo

Esperamos de momento, haber podido aportar nuevos datos que puedan servir como el punto de partida que nos lleve a tener una mejor comprensión del perfil de las victimas y del ritual del sacrificio humano en el Cenote  Sagrado, y sus  implicaciones sociales.

 

AGRADECIMIENTOS

Quisiera agradecer a la Dirección de Antropología Física del INAH, y especialmente al Maestro Francisco Ortiz Pedraza y al Maestro Xabier Lizárraga C. También debo agradecer al Maestro Arturo Romano Pacheco, y a la Doctora Vera Tiesler,  el inapreciable apoyo y  asesoramiento que  me  han brindado para la realización de éste trabajo, así como a la Arqueóloga Especialista en Antropología Esquelética, Cecilia Medina por su valiosa ayuda en la interpretación de las marcas del material expuesto al fuego.

Publicado en las Memorias del XV Encuentro Internacional Los Investigadores de la Cultura Maya 13 Tomo II
Universidad Autónoma de Campeche
Noviembre 2005

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